Foro de Clunia Sulpicia

Los restos de la ciudad romana de Clunia se encuentran en lo alto de un cerro en forma de muela denominado Alto de Castro en el término municipal de Peñalba de Castro, en la provincia de Burgos. La extensión de la parte horizontal del mismo es de 130 hectáreas y su altitud supera ligeramente los 1000 m. A los pies del cerro discurre el río Arandilla afluente del Duero. Por su extensión y por su altitud la ciudad domina sobre una amplia y rica zona con pinares al norte y tierras de cultivo en derredor.

UN POCO DE HISTORIA…

Hay en Clunia dos ciudades. Por una parte un establecimiento prerromano hispánico, dentro del grupo celtibérico de los arévacos, que jugó un importante papel en las guerras sertorianas y en general en la república romana, y también contra Roma, al lado de Numancia.

Hay otra ciudad, romana, fundaba posiblemente por Augusto, o en tiempos de Tiberio, que tuvo importante papel en la administración de la Provincia tarraconesia, desde la cabeza de uno de los Conventi Iuridici que constituían la división administrativa de aquélla,

Desde un estricto punto de vista arqueológico, las dos ciudades presentan sus problemas, ya que no queda clara la superposición de ambas ni la segura ubicación de la primitiva ciudad celtibérica en el mismo emplazamiento de la romana.

Si poco es lo que la arqueología nos dice de la Clunia celtibérica, por el momento, las noticias históricas que de ella tenemos son tardías y escasas. Sabemos por Livio que la ciudad fue asediada por Pompeyo en su lucha contra Sertorio, que estaba en la ciudad, durante el invierno del año 75, pero que Pompeyo tuvo que abandonar el lugar a causa de las frecuentes salidas de Sertorio y posiblemente, añadimos nosotros, debido también a la inclemencia del invierno cluniense. En este momento, por tanto, es una plaza fuerte sin romanizar.

Hasta el año 56 no volvemos a tener citas históricas de Clunia, y esta vez entregada a la última revuelta por la independencia frente a Roma. Aliada de los vacceos, que antes habían ayudado a Numanci, el general romano sitió la ciudad; pero de nuevo, el duro invierno castellano impuso una tregua, más que armisticio, como nos cuenta Dion Cassio. Pero la total romanización estaba muy cercana, de forma que en el año siguiente, en pleno triunvirato romano, el legado de Pompeyo, Afranio, redujo definitivamente a la obediencia a arévacos y a vacceos, ya la ciudad de Clunia.

La vida de la ciudad en tiempos romanos debió ser bastante próspera, pero un poco artificial. Debió tener gran movimiento como cabeza de un tan extenso convento jurídico; como base política de una zona triguera agrícolamente interesante para Roma, y, desde un punto de vista militar, punto fuerte en la romanización no sólo de la Tarraconense sino también de las montañas de Cantabria. La arqueología nos está demostrando esta potencia de una ciudad de 130 hectáreas de extensión, pero todavía no permite pensar en señalar el contenido demográfico de la ciudad. Hasta el momento es muy difícil decir cuántos habitantes pudo albergar la ciudad. Se han dado cifras muy dispares y siempre creemos exageradas, desde cantidades que van de los 60.000 a los 30.000 habitantes. Hacer un cálculo es totalmente imposible. En primer lugar, no tenemos áreas amplias de excavación que permitan saber cómo se distribuyen los espacios habitados y las zonas públicas. En segundo lugar, por lo que hasta ahora sabemos, no hay un plan regulador de la disposición urbana de la ciudad, lo cual entorpece todavía más esta cálculo. Y, finalmente, nada sabemos del tipo de viviendas en una zona radial de la ciudad. El conocimiento que tenemos de dos grandes casas-palacios cerca del Foro y la vieja excavación de Taracena en Cuevas Ciegas de una casa de tipo itálico. De todas maneras, hay dos hechos que pueden ayudarnos a decir de manera aproximada el número posible de habitantes que tuvo esta ciudad: el estudio del teatro, uno de los de mayor aforo de la Hispania romana, permite pensar en un población de unos 35.000 habitantes que utilizaron este edificio de espectáculos, población que puede englobar, además de la estricta urbana, la de las villae suburbanas y núcleos periféricos no estrictamente ciudadanos.

Este auge y esplendor contrasta de forma extraordinaria con la total desaparición de la ciudad al hundirse el Imperio romano. Cuando deja de tener una función política, debido a su situación en un lugar tan inhóspito desde un punto de vista climático, y, además, tan alejado de los centro geopolíticos medievales de reconquista, Clunia dejó de ser ciudad clave en el concierto hispánico y se abandonó en los primeros años de la Reconquista, después de haber sufrido destrucciones parciales en el siglo III, ya que no puede afirmarse una total destrucción en tiempos francoalamanos.

EL FORO.

El Foro es el centro urbano de la ciudad donde hay dos templos y el cruce de un cardo y undecumanus. Debió de tener gran monumentalidad. Todos los tratadistas de Clunia se han preocupado por él, pero a pesar de ello no dejaron notas ni planos para conocer su ubicación y características. En los viejos planos muy idealizados publicados por Loperráez, se señalan las calles porticadas y una posible plazoleta junto a la actual ermita de Castro.

Había una basílica que ocupaba todo el lado Norte del rectángulo del Foro. Este rectángulo estaba franqueado interiormente por una serie de tabernae, y se ha descubierto la puerta angular del foro a la que llega un decumanus, perfectamente empedrado con grandes losas antes de penetrar en la plaza.

Se puede pensar que la gran plaza pública de la ciudad romana se construyó cuando la ciudad estaba ya estructurada, y que el propio Foro y los grandes edificios públicos que a su lado se levantaban vienen colocados encima de viejas casas del primer momento de la ciudad romana.

El Foro de Clunia es una gran plaza rectangular que mide 160 metros de largo por 115 metros de anchura. La basílica estaba colocada transversalmente adosada al norte de la gran plaza.

El Foro reúne en sus estructuras no sólo los centros religiosos de la ciudad, es decir sus templos, sino también la basílica jurídica, en su costado norte. Además en sus lados mayores, por el interior, tiene una serie de ambientes rectangulares, por lo general de iguales dimensiones, que constituyen pequeños templos o quizás tabernae, colocados detrás de un amplio pórtico corrido, columnado. Es en este espacio donde se desarrolla la actividad comercial, zona desarrollaba en el espacio central, una plaza porticada, donde hay pequeños locales para negocios fijos, denominados, como ya hemos dicho, tabernas, normalmente de dos plantas donde se almacenaba la mercancía.

A diferencia de otros foros en Clunia las tabernas estaban vinculadas a un pórtico mucho más ancho de lo habitual, constituido por una doble fila de columnas, configurando un espacio, no sólo de paso, sino de estancia donde se desarrolla, a cubierto, la venta ambulante o estacional. Este elemento resultaba fundamental para una ciudad cabeza de convento, donde, de forma periódica, se realizaban ferias, actos, reuniones, etc. en las que participaban los habitantes de todo el territorio conventual. La plaza pública servía también para la celebración de juegos y espectáculos, mediante las instalaciones de talanqueras y parapetos provisionales.

La vida religiosa de la ciudad se desarrolla en los templos del foro. Desgraciadamente sus restos están muy destruidos y se hace difícil describir sus tipos. De todas maneras, los tenemos bien localizados. Por una parte, hay dos edificios colocados en los dos extremos del eje longitudinal del foro. Se levantan los restos de un gran macizado del podium de un templo que estuvo dominando la plaza pública. Se trata en la actualidad de un gran montón de ruinas y al que se le dio el nombre de Templo de Júpiter. Se trata del podium de un edificio del cual sólo conservamos parte de las hiladas de piedra de la moldura y basamento inferiores, y del macizado de mortero y piedra del interior.

  • El Templo de Júpiter:  El ciudadano romano participaba del culto público de su ciudad, además de participar de otros cultos vinculados a su profesión, familia o condición. Una ciudad de derecho romano honraba a los dioses tutelares de Roma, La triada Capitolina, formada por Júpiter Juno y Minerva. Esta actividad ocupaba el espacio de la cabecera del foro, en el Sur del mismo, presidida por el Templo de Júpiter con su fachada mirando al Norte. El Templo estaba flanqueado por dos monumentos con pedestales de grandes dimensiones. El templo de Júpiter, como correspondía a su carácter de templo principal de la ciudad ocupaba una posición dominante respecto a los edificios de su entorno: se ubicaba en el extremo sur del foro. Sin embargo cabe señalar que además del culto a Júpiter, en Clunia tenía un lugar destacado el culto de Roma y Augusto, tal y como testimonia la mención epigráfica de su sacerdocio. La planta no es estrictamente rectangular como podríamos suponer en un templo de principios del Imperio. Por el extremo posterior termina en una exedra, no sabemos si semicircular o poligonal. Los lados longitudinales, mayores, tienen cerca de la parte delantera del edifico sendas escaleras que suben a la plataforma del podium desde atrás. Se trata, en este aspecto, de una estructura de tradición helenística o republicana, muy itálica.

La existencia, por otra parte, de un templo dedicado al padre de los dioses, en Clunia, la tenemos bien atestiguada a través de inscripciones y en textos históricos, como en la biografía de Galba, de Suetonio. Pero las excavaciones no ha dado dato alguno que permita confirmarlo.

Este edificio, evidentemente ordenado en relación a la gran plaza del foro, presenta en la parte posterior y como telón de fondo para quienes lo contemplen desde la basílica, un pórtico columnado que ocupa los dos frentes laterales de la plaza.

En el extremo opuesto del eje longitudinal del Foro, se excavó también el basamento de otro edifico religioso con un amplio temenos alrededor, y que describimos como la basílica.

foro

  • La basílica: es un edificio de tres naves, separadas por dos hiladas de columnas paralelas. En su interior, viene limitada en su ladro Norte por los restos de una gran fachada de un edificio, muy destruida con basamento de molduras de mármoles de colores. Se trata del paso al temenosdel templo que estuvo colocado en la mitad de la basílica.

El decumanus empedrado, nos introduce a la gran plaza que sabemos estaba ocupada por una serie de tabernae, rectangulares, colocadas en los laterales que conformaban la plaza.

La ermita presenta una disposición de ejes totalmente diversa a la del propio foro. Hasta el momento conocemos un pequeño oecus, que da a la galería de un peristilo.

  • Termas del Foro: no sabemos si corresponden a una casa de particulares o estaba dedicada al uso público. Se accede a ellas desde el cardo por un corto corredor que, a su izquierda, penetra por un pequeño pasillo que lleva al apoditherium, de planta cuadrada en el exterior y octogonal por el interior, con hornacihipocaustonas en los extremos en las diagonales. Debajo hay una gran cisterna. En frente delapoditherium encontramos lo que podría ser el tepidarium que comunica con el frigidarium. Esta última sala o habitación mencionada dispone de una piscina recubierta de mármol de espejón y pavimento de mosaico. Otras habitaciones pueden reconocerse como los caldaria con sus hipocaustos (foto de la derecha) de suspensurae muy destruidos.

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • Guía de Clunia, Pedro de Palol. Burgos, Diputación provincial, D.L. 1978