INTRODUCCIÓN.

En este espacio nos disponemos a analizar los foros romanos en Hispania, surgidos como consecuencia de la ocupación romana de la Península a raíz de la Segunda Guerra Púnica en el año 218 a.C. Durante los doscientos años que duró la contienda, se fueron extendiendo la cultura y la forma de vida romanas, a través del proceso conocido como romanización.

Los foros constituían un importante elemento de la vida romana, situados en el centro de la ciudad, en el cruce de las dos calles principales y con una forma que pretendía ser geométrica. Algunos podían variar en cuanto al tamaño o algunas funciones, pero mantenían unos parámetros similares. De esta manera tenemos la función religiosa, con la necesidad de al menos un templo; funciones cívicas, es decir, jurídicas y económicas, reflejadas en la basílica; por último comerciales, con tiendas y mercados en los pórticos. También podemos encontrar baños públicos y teatros, así como gran cantidad de estatuas.

Los foros que analizaremos serán el de Zaragoza, la cubierta del foro romano de Cartagena, el Clunia Sulpicia, el foro colonial de Córdoba, el de Tarraco, Mérida y por último Itálica. Por tanto, cada uno de los foros constituirá una entrada independiente del blog, dentro de la cual hablaremos de las partes, los edificios, que componen el foro romano, acompañado de fotografías o en ocasiones vídeos de apoyo que nos ayuden a recrear el espacio.

El foro. La imagen del Estado.

“El centro de la ciudad es el foro, espacio de representación y punto de encuentro de los símbolos ciudadanos. En esta plaza se levantan la Basílica, sede del poder judicial, la Curia, centro del poder legislativo, y de los templos. Es el espacio de Asambleas y votaciones, transacciones y negocios, juicios y discursos. Allí se rinde culto a la imagen del emperador divinizado. En torno al foro se expande del poder imperial y de su lenguaje propagandístico. Los retratos y esculturas del emperador y de su familia que allí se erigen, y los programas decorativos, dictados por Roma, que lo adornan afirman el poder central y omnipresente del Estado.” Museo Arqueológico Nacional.

I.-El monumento primero.

El foro romano tenía que desempeñar toda una serie de funciones y constituye una de las manifestaciones más completas de la convivencia humana en la antigüedad. Se lo puede comparar con el Ágora de los griegos. Uno y otros son lugares al aire libre, destinados a la vida pública, pero en el término “foro” abarca un ámbito más amplio, sobre todo porque no separa la esfera civil de la religiosa.

Es creación romana típica, incluso en su aspecto de realidad urbanística y arquitectónica. Son innegables, sin embargo, las influencias de la herencia de Grecia, y de sus antecesores etruscos.

El foro es uno de los componentes más interesantes de cualquier ciudad romana y además uno de los más inalterables, aspecto que, permite hablar sin duda de unas tipologías claramente definidas.

Sin embargo el foro por antonomasia es el foro de Romano no solo debido a su aspecto arquitectónico general sino porque el significado que tiene, que se ha desarrollado y ha crecido y transformado, primero como símbolo de la libertad y la democracia en la República y después como símbolo del imperio y de la dinastía dominante.

Hemos de considerar también que los foros de diferentes emperadores van surgiendo uno tras otro, eran monumentos que hablaban destinados a los ciudadanos de Roma y el imperio, e incluso a la gente de nuestro tiempo cuya cultura ha surgido del mundo de la antigüedad clásica.

La disposición de los espacios y de las formas arquitectónicas del foro romano fue determinada por las circunstancias y acontecimientos históricos y políticos además de culturales ligados al aumento de poderío de Roma, primero dentro de Roma y más tarde del Mediterráneo helenístico.

Nació en el punto de intersección de dos vías, una de las cuales cruzaba el Tíber, mientras otra discurría paralela a su orilla, para satisfacer dos necesidades básicas del ser humano del ser humano: el encuentro y el intercambio.

Su favorable situación entre la zona residencial del Palatino y la del Capitolio y del Quirinal favoreció enseguida sus funciones comunales políticas y religiosas. La historia nos habla de un avenamiento de los valles pantanosos en tiempos de Tarquinio Prisco, el primer rey etrusco de Roma, que creo la Cloaca Máxima. Gracias a la desecación que dejó, se pudo emplear ese terreno como plaza pública, utilizado hasta el siglo VII como necrópolis. Coincidiendo con la primera pavimentación de la superficie. Sabemos muy poco sobre ese tiempo, como en general sobe toda la época de la monarquía.

II.- Las funciones del foro.

Con el tiempo las dos funciones principales del foro estaba repartidas en dos áreas diferentes: el mercado público al sur y el Comicio al norte, al pie del Capitolio. En el mercado público y la sección económica destacan las tabernae es decir verdaderas tiendas junto a los grandes edificios. En cuanto al Comicio, se trataba del lugar donde se efectuaban las reuniones de la ciudadanía, y con la monarquía se realizaron allí las asambleas de las curias. El Comicio era un lugar sagrado, por un lado el lugar del santuario de Júpiter Capitolino y  por otro lado allí se encontraban las ruinas de Lapis Níger, es decir el nutrió sepulcral de Rómulo. Pero sobre todo el foro obtenía ese carácter sagrado, el templo de Vesta, que fue erigido casi al mismo tiempo que se fundó la ciudad. En ese templo se custodiaba el fuego sagrado considerado símbolo de la vida de Roma, por lo que no se podía apagar nunca.

“Según la tradición fue confiado en un principio a las hijas del rey y después a las seis Vírgenes vestales, verdaderas sacerdotisas de la Urbe, de cuya virtud y valor nos han llegado Muchas leyendas. (Viajes al arte, el foro Romano, Stefano Maggi, Atlantis)”

En el sitio más recóndito se encontraban las reliquias traídas de la lejana Troya, por el legendario Eneas. Junto al templo de Vesta se levantó otro edificio importante: El Regia o residencia de los reyes, fundada por Numa Pompilio. Con la llegada de la República simplemente paso de ser el Rex Sacrorum al Pontifex Maximus. Además a Numa Pompilio se le atribuye también  la fundación del templo de Jano «indicio de guerra o de paz». Cuando las puertas estaban cerradas era símbolo de paz, cuando estaban abiertas, de guerra. Solo se cerraron dos veces en tiempo de Augusto. Además parece que allí se encuentra elVolcanal, es decir el altar de Vulcano, uno de los elementos sagrados antiguos de Roma.

El Comicio, probablemente tenía forma circular. Formaban su circunferencia las fachadas de aquellas edificaciones que representaban los símbolos de la constitución romana: La Curia Hostilia. En ella que se reunía el Senado, destruida después por un incendio en el año 52ª.c. En los años que siguieron inmediatamente al cambio de forma de estado, fueron edificando para reforzar la interacción de la vida política y religiosa, algunos de los templos más importantes  de la ciudad, como el Templo de  Saturno, el de Cástor y Pólux, también llamados los  Dióscuros, gracias a este último templo, el vínculo entre lo profano y lo sacro se vio reforzado. Además este se vio vinculado con la Diosa Juturna, diosa protectora de las aguas. Más tarde a causa de las guerras las actividades edificadoras de edificios se fueron parando hasta ser inexistente.

III.- Los dioses de la Historia de Roma.

Se deduce:

1. Los cultos está íntimamente ligados con la historia de la ciudad y sus edificios recuerdan acontecimientos relacionados a esta.
2. Mediante al culto de los dioses se exalta a la grandeza de Roma y sus ciudadanos.
3. Es una religión vinculada con la Urbe.
4. Su finalidad se asocia a las ideas políticas.
5. El foro se configura como un monumento capaz de recordar la historia de Roma. Esto hace que se recuerden los nombres de aquellos que han intervenido en el foro y en la historia, aunque ignoremos a los arquitectos. Entre el siglo III y II a.c. Cuando Roma se impone como primer a potencia en el Mediterráneo, se establecen los cimientos de una monumentalización del foro, favorecida por os contactos que se producen con la arquitectura helenista, que se desarrollarán en plenitud en el siglo II A.C. tras las guerras púnicas y con Oriente.

Continúa el proceso  de división de las funciones:

• El comercio se traslada a zonas más urbanas, solo quedan algunos mercaderes de lujo.
• La política y la administración buscan el desahogo espacial hacia el Sur y el este.
• Lo sacro siguió teniendo especial relevancia en el foro

Los monumentos sacros, de forma conservadora, se limita a la conservación de las arquitecturas que ya tienen, fieles al tipo original de la arquitectura itálica. Mientras, la arquitectura no sacra, es decir profana, se caracteriza por la innovación, que viene de la mano de la evolución política y social, de este tipo encontramos basílicas principalmente como la Basílica Sempronia del 170 y en el 121 la basílica Opimia, tomadas, formalmente de la Italia meridional, con una nueva interpretación.

IV.- Cambios en profundidad.

Las guerras contra Cartago y el Oriente helenístico traen por resultado un desequilibrio del reparto de la propiedad entre el estrato superior establecido de antiguo, es decir, de los militares, y la masa de campesinos. La inversión de capital en fincas y el consiguiente debilitamiento del campesinado, provocaron la crisis no solo de agricultura y economía sino también de la política y las instituciones.

Como consecuencia se dio lugar a un ejército profesional, relegando al idea del ejército de campesinos. La crisis de la República y la transmisión del poder a las manos de las personalidades de mentalidad monárquicamente  se tradujeron en una reforma arquitectónica y en un cambio de las funciones del foro.

Destaca el cambio en el foro, comenzado por Cesar, pero terminado por su hijo adoptivo Octavio Augusto, convirtiéndolo en el centro de un complejo entero de los foros imperiales.

V.- El arte como solemnidad.

La conquista del poder por Augusto produjo al parecer una verdadera revolución política: se quería parecer una restauración de lo anterior, sin embargo, esto deriva de un serie de guerras civiles que llevaron a un sistema nuevo de poder absoluto que debe sino justificarse en todo el imperio, también ser propaganda del imperio, u Augusto sabe muy bien cómo usar esta propaganda.
Formaron el punto de partida de su obra en el terreno de la arquitectura de los programas de construcción de Cesar. Comenzó terminando el foro de su padre.

Reconstruye la basílica Julia, realizado en Opus Caementicium en la techumbre de la nace central, el resto es de madera. Es decir, el esplendor del famoso foro comenzó con Cesar, pero se terminó con Octavio, y, a pesar del escrito “encontró una Roma de Barro y la transformó en una Roma de piedra”, en el momento en el que Octavio llegó al poder, ya había una Roma de piedra, símbolo del poder de roma que fue cambiando junto con el gran poder dl imperio, para muchos el Imperio.